De las matemáticas y yo
Alguna vez leí una entrevista que le hicieron al negro Fontanarrosa, en la que decía que las matemáticas siempre le habían presentado un problema en el estudio; es imposible ganarles, porque tienen superioridad numérica. Pues a mi me pasa lo mismo. Aunque no soy bruto para las matemáticas y de hecho me iba decorosamente bien con ellas en el colegio, no me gustan, me aburren muchísimo. Básicamente no las quiero ni ver. La superioridad numérica me derrotó categóricamente.
Mi historia con las matemáticas es de amor y odio, de amores contrariados como diría García Márquez. Como dije, no he sido bruto para los números. De hecho, hasta noveno, yo quería ser ingeniero industrial (!!!). Terminé de historiador con anhelos literarios y periodísticos. Pero el caso es que en noveno tuve una profesora que definitivamente me mató el poquito empeño que pudiera tener por enfrentarme a las matemáticas. Con el profesor de física de décimo y once medio volví a quererlas, pero ahí estaba el de cálculo para recordarme mi reconcomio con los números. Así que hasta el día de hoy detesto profundamente todo lo que tiene que ver con números. Más allá de los que están en las fechas, no puedo con ellos. Yo que hago si no me gustan.
Uno quisiera que le gustaran las matemáticas. Después de ver Una mente brillante, uno se pregunta por qué no puede servir para esa vaina, aunque sea para que le crean a uno la inteligencia, o para tener una mujer como Jennifer Conelly (Cristo bendito!!!). Pero no, los números no entran. A mi me ponen a hacer ejercicios de matemáticas y es como si me mentaran la madre, aunque recuerdo la inmensa felicidad que sentía cuando podía resolver una ecuación o una de esas mugrosas identidades (malditas, malditas, malditas). Menos mal que en la universidad sólo tuve que ver una clase con números, métodos cuantitativos, y salí adelante, básicamente porque creo que la profesora pensó que toda esa manada de historiadores que iban a poder con la estadística, así que nos la puso relativamente fácil. Por lo tanto no he tenido que cruzarme nuevamente con las matemáticas, y espero no tener que hacerlo, más allá de las cuatro operaciones básicas (ojalá todavía pueda dividir sin calculadora).
Entonces, me quedo con mis libros, gracias. En definitiva las letras son lo mío, lo que de verdad me gusta y me apasiona. Le dejo los números a los que puedan con esa vaina, porque a mi no me gustan y no me van a gustar en tres vidas consecutivas, por lo menos. Yo sirvo pa' leer y escribir y de malas al que no le guste, o le parezca una maricada en comparación con los números. Uno sirve para lo que sirve. Lo importante es que cultive con juicio lo que le gusta y que sin importar lo difícil del camino escogido siga adelante en su empeño. Como le dije un día a un amigo, mi misión en la vida es difundir cultura y no morir de hambre en el intento. Igual, siempre se puede escribir un hueso de libro como El código Da Vinci y hacerse rico, porque la mala literatura si que vende.
Nota al margen
Muy bonitos los señores Chávez y Uribe con su peleita de barrio. Ahí mostraron este par de megalómanos tropicales de lo que están hechos. Par de babosos, ¿será que nunca han oído de una cosa que se llama DIPLOMACIA? Y la cancillería muy útil, ahora si se vio la mentada meritocracia del señor Uribe con su sabia elección de canciller. Vamos a ver en que para esta vaina, y todo por no saber hacer las cosas. Y como siempre, es la gente la que termina sufriendo los desvaríos de toda la caterva de imbéciles que nos gobiernan. Más allá de que Uribe y Chávez se hayan dicho sus verdades, porque así fue, uno no puede manejar una cosa tan seria como un acuerdo humanitario como si fuera una pelea de trogloditas, echándose la madre en los medios de comunicación. Pero, ¿qué se le puede pedir a este par de bestias chabacanas?
Mi historia con las matemáticas es de amor y odio, de amores contrariados como diría García Márquez. Como dije, no he sido bruto para los números. De hecho, hasta noveno, yo quería ser ingeniero industrial (!!!). Terminé de historiador con anhelos literarios y periodísticos. Pero el caso es que en noveno tuve una profesora que definitivamente me mató el poquito empeño que pudiera tener por enfrentarme a las matemáticas. Con el profesor de física de décimo y once medio volví a quererlas, pero ahí estaba el de cálculo para recordarme mi reconcomio con los números. Así que hasta el día de hoy detesto profundamente todo lo que tiene que ver con números. Más allá de los que están en las fechas, no puedo con ellos. Yo que hago si no me gustan.
Uno quisiera que le gustaran las matemáticas. Después de ver Una mente brillante, uno se pregunta por qué no puede servir para esa vaina, aunque sea para que le crean a uno la inteligencia, o para tener una mujer como Jennifer Conelly (Cristo bendito!!!). Pero no, los números no entran. A mi me ponen a hacer ejercicios de matemáticas y es como si me mentaran la madre, aunque recuerdo la inmensa felicidad que sentía cuando podía resolver una ecuación o una de esas mugrosas identidades (malditas, malditas, malditas). Menos mal que en la universidad sólo tuve que ver una clase con números, métodos cuantitativos, y salí adelante, básicamente porque creo que la profesora pensó que toda esa manada de historiadores que iban a poder con la estadística, así que nos la puso relativamente fácil. Por lo tanto no he tenido que cruzarme nuevamente con las matemáticas, y espero no tener que hacerlo, más allá de las cuatro operaciones básicas (ojalá todavía pueda dividir sin calculadora).
Entonces, me quedo con mis libros, gracias. En definitiva las letras son lo mío, lo que de verdad me gusta y me apasiona. Le dejo los números a los que puedan con esa vaina, porque a mi no me gustan y no me van a gustar en tres vidas consecutivas, por lo menos. Yo sirvo pa' leer y escribir y de malas al que no le guste, o le parezca una maricada en comparación con los números. Uno sirve para lo que sirve. Lo importante es que cultive con juicio lo que le gusta y que sin importar lo difícil del camino escogido siga adelante en su empeño. Como le dije un día a un amigo, mi misión en la vida es difundir cultura y no morir de hambre en el intento. Igual, siempre se puede escribir un hueso de libro como El código Da Vinci y hacerse rico, porque la mala literatura si que vende.
Nota al margen
Muy bonitos los señores Chávez y Uribe con su peleita de barrio. Ahí mostraron este par de megalómanos tropicales de lo que están hechos. Par de babosos, ¿será que nunca han oído de una cosa que se llama DIPLOMACIA? Y la cancillería muy útil, ahora si se vio la mentada meritocracia del señor Uribe con su sabia elección de canciller. Vamos a ver en que para esta vaina, y todo por no saber hacer las cosas. Y como siempre, es la gente la que termina sufriendo los desvaríos de toda la caterva de imbéciles que nos gobiernan. Más allá de que Uribe y Chávez se hayan dicho sus verdades, porque así fue, uno no puede manejar una cosa tan seria como un acuerdo humanitario como si fuera una pelea de trogloditas, echándose la madre en los medios de comunicación. Pero, ¿qué se le puede pedir a este par de bestias chabacanas?
Gracias por renacer un viejo odio.
ResponderBorrarComo odio las HPs identidades!!!!
Hoy es el día en que no sé cómo superé esa vaina en el colegio.
Saludes
Dió en el clavo.. todo depende del docente, auqneu también de la capacidad de "amedrente" del pupilo, a mí la matecas me gustan montones, al igual que la literatura, y la historia (aunque reconozco que en las letras como proyecto de vida, aplica la máxima, expresada en el blog:
ResponderBorrarmi misión en la vida es difundir cultura y no morir de hambre en el intento.
Definitivamente tienes un don muy especial para escribir y escribir además con gracia!!
ResponderBorrarEn todo de acuerdo, salvo que el Código sea malo....empero, si tu lo crees tendrás tus razones..
Paz y luz en tu alma amigo,
Isaac
Yo quiero a los números, pero es un amor no muy bien correspondido. Suelo ponerse intensa con las cosas que no me resultan fáciles.
ResponderBorrarIgual, la mejor manera de enfriarme la cabeza en situaciones estresantes es peleando con números y no gente.
PD. Odia a la gente que jura que SÓLO la gente con habilidad para los números y sus operaciones es inteligente.
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ResponderBorrarCada quien debe conocerse cuales son sus dones y talentos, saberlos usar, disfrutarlos y vivir la vida sin complicaciones.
ResponderBorrarIvan, ya tu conoces tu misión en la vida, así que le deseo éxito, hermano.
En cuanto a Fuhribe y Deschavez, ellos son cucarachas del mismo calabazo, se sacaron muchos trapitos sucios al aire y se desenmascararon.
Yo amo las matemáticas tanto como amo amo salir con mi mamá = Las odio con el alma!!! y estudio ing de sistemas... pero que se le hace??
ResponderBorrartoca vivr con ese suplicio
Hola Iván, he tenido el mismo problema que tú, no soy malo para las matemáticas pero no me dedicaría a algo que tuviera que ver con ellas. También me gusta leer y escribir, y también me gusta la Historia, aunque soy abogado.Saludos.
ResponderBorrarfbermudezg.blogspot.com
Que curioso!! tu Andrade y yo Andrada jejeje.
ResponderBorrarHola! :) sólo quería felicitarte por tu magnífico blog y sobretodo y más que nada, porque he visto un blog de una chica, he querido felicitarla por la tan estupenda entrada que ha publicado haciendo homenaje a los blog abandonados ó cerrados por falta de motivación a consecuencia de la falta de visitas y comentarios.
Es maravilloso encontrar a alguien capaz de centrar su principal atención a motivar a la gente a que esta "pequeña" gran cadena aumente progresivamente.
he dedicado un poquito de tiempo a leer lo que publica, los videos que pone... :D
Ojalá su post sea, leido más comentado si cabe con el fín de que "nustros Blogs" no perezcan en el olvido.
Te dejo mi comentario, con el fin de apoyar la genial idea de comentar en los blogs de la gente.
Enhorabuena por tu blog!!
Un beso muy fuerte desde Salamanca (España)
http://www.inaicool.com/
Como no has actualizado y además se acerca la navidad, este es sólo para desearte que el niño Dios del amor y la ternura nazca en tu corazón en todos los días del 2008,
ResponderBorrarPaz.
Isaac
Desde mi blog: Reflexiones al desnudo
ResponderBorrarNo todo puede ser números y está desmostrado. Yo tampoco es que haya sido la mejor en esta área, aunque siempre gané, nunca estuve identificada con las matemáticas.
Me identifico con el proceder de lois dos presidentes, parecían niños irresponsables con ambos países. Creo que te gustaría ver en equinoXio la "novena" de navidad, una entretenida sátira a la Colombiana.
Te dejo afectos desde mi alma!