La primera vez
(Comiendo con palitos chinos)
(Qué dijeron: este tipo "empelotó" el alma aquí)
(Qué dijeron: este tipo "empelotó" el alma aquí)
El martes pasado se graduó de la universidad uno de mis mejores amigos. Fui a la ceremonia de grados con otros amigos a ver que tal la cosa. Además, el compadre Nicolás era el que daba el discurso de los graduandos, por lo que era indispensable que fuéramos a escucharlo. En fin, pasó el discurso y todo el resto de cosas de la ceremonia, la entrega de los diplomas y los gritos enardecidos de la multitud acalorada que respiraba los últimos centímetros cúbicos de aire que quedaban en el auditorio.
Al terminar todo el asunto, fuimos a felicitar a mi amigo, que estaba con su familia. Ahí hubo el abrazo reglamentario y la felicitación sentida, porque siempre es emocionante estar con los compadres y comadres en estas ocasiones. Pues bien, estábamos en la ronda de felicitaciones, cuando Nicolás nos dice que si queremos ir a comer. Lo primero que pasó por mi mente fue comida en la casa de él. Pero, para mi sorpresa, la familia nos estaba invitando a nosotros, los amigos, a comer a un restaurante. Seguro que da pena, pero uno termina aceptando. Se aguanta la pena.
Salimos entonces para el restaurante. Fuimos a Wok. Para los que no saben, este es un restaurante de comida oriental bastante reputado aquí en Bogotá. Y por reputado quiero decir costoso (por lo menos para mis actuales ingresos). Esto hizo que la invitación me diera aún más pena, porque era una cuenta que seguro iba a ser abultada. Además, cuando llegamos al citado establecimiento, lo único que pude pensar al verlo fue: "carajo, voy a subir como tres estratos". Muy bonito el lugar.
Entramos, nos sentamos y nos llevaron la carta, que representó todo un reto para mí: muchos platos nuevos (la mayoría de pronunciación extraña), demasiada información para ser asimilada tan rápidamente. Pero el verdadero reto iban a ser los palitos. Ya antes de llegar nos había asaltado la duda:"oiga ¿allá hay que comer con los palitos esos?". Sí, así era: dan palitos chinos para comer. De inmediato nos asaltó el miedo a hacer el ridículo con los dichosos adminículos orientales para consumir los alimentos. La mayoría nunca había ido a Wok y menos había utilizado los palitos chinos para comer. La única experta era una amiga, Sandra, que tenía una técnica bastante depurada usándolos. Por el contario, Sergio estaba bastante desconcertado frente a los extraordinarios cubiertos; las manos le temblaban al cogerlos.
Llegaron los platos y con ellos la hora de la verdad. También había pedido un tenedor, porque las posibilidades de fracasar eran altas. Cogí los palitos chinos y me dispuse a comer. ¡Lo logré! Vida berraca, sí pude. Tanta observación tenía que servir para algo. Me dí cuenta que no es tan difícil usar los cositos esos. Hasta pude comerme los vegetales con esa vaina. Por supuesto hubo una que otra caída de comida, pero para ser la primera vez que usaba palitos chinos no me fue tan mal. No soy tan torpe con las manos como había creído hasta ese día. Di cuenta de todo el deliciosos plato que pedí y quedé contento conmigo mismo por haber sido capaz de usar adecuadamente los pinches palitos chinos.
En conclusión: conocí un nuevo sitio, comí una nueva comida, pude usar los palitos chinos y salí de allí siendo menos "garra" de lo que era cuando entré. Ya puedo decir que probé comida camboyana y que la ingerí utilizando los famosos palitos chinos. Una buena adición a mi ínfima cultura gastronómica, muy basada en el A.C.P.M (arroz, carne, papa y maduro).
Sólo queda agradecer, una y mil veces, a la familia de mi amigo Nicolás por semejante invitación.
P.D. Claro que pasó por mi mente la escena de Karate Kid cuando el señor Miyagui atrapa una mosca usando los palitos chinos. ¿Será que uno alcanza tal nivel de habilidad? No creo. Con no echarse encima la comida basta y sobra.
Al terminar todo el asunto, fuimos a felicitar a mi amigo, que estaba con su familia. Ahí hubo el abrazo reglamentario y la felicitación sentida, porque siempre es emocionante estar con los compadres y comadres en estas ocasiones. Pues bien, estábamos en la ronda de felicitaciones, cuando Nicolás nos dice que si queremos ir a comer. Lo primero que pasó por mi mente fue comida en la casa de él. Pero, para mi sorpresa, la familia nos estaba invitando a nosotros, los amigos, a comer a un restaurante. Seguro que da pena, pero uno termina aceptando. Se aguanta la pena.
Salimos entonces para el restaurante. Fuimos a Wok. Para los que no saben, este es un restaurante de comida oriental bastante reputado aquí en Bogotá. Y por reputado quiero decir costoso (por lo menos para mis actuales ingresos). Esto hizo que la invitación me diera aún más pena, porque era una cuenta que seguro iba a ser abultada. Además, cuando llegamos al citado establecimiento, lo único que pude pensar al verlo fue: "carajo, voy a subir como tres estratos". Muy bonito el lugar.
Entramos, nos sentamos y nos llevaron la carta, que representó todo un reto para mí: muchos platos nuevos (la mayoría de pronunciación extraña), demasiada información para ser asimilada tan rápidamente. Pero el verdadero reto iban a ser los palitos. Ya antes de llegar nos había asaltado la duda:"oiga ¿allá hay que comer con los palitos esos?". Sí, así era: dan palitos chinos para comer. De inmediato nos asaltó el miedo a hacer el ridículo con los dichosos adminículos orientales para consumir los alimentos. La mayoría nunca había ido a Wok y menos había utilizado los palitos chinos para comer. La única experta era una amiga, Sandra, que tenía una técnica bastante depurada usándolos. Por el contario, Sergio estaba bastante desconcertado frente a los extraordinarios cubiertos; las manos le temblaban al cogerlos.
Llegaron los platos y con ellos la hora de la verdad. También había pedido un tenedor, porque las posibilidades de fracasar eran altas. Cogí los palitos chinos y me dispuse a comer. ¡Lo logré! Vida berraca, sí pude. Tanta observación tenía que servir para algo. Me dí cuenta que no es tan difícil usar los cositos esos. Hasta pude comerme los vegetales con esa vaina. Por supuesto hubo una que otra caída de comida, pero para ser la primera vez que usaba palitos chinos no me fue tan mal. No soy tan torpe con las manos como había creído hasta ese día. Di cuenta de todo el deliciosos plato que pedí y quedé contento conmigo mismo por haber sido capaz de usar adecuadamente los pinches palitos chinos.
En conclusión: conocí un nuevo sitio, comí una nueva comida, pude usar los palitos chinos y salí de allí siendo menos "garra" de lo que era cuando entré. Ya puedo decir que probé comida camboyana y que la ingerí utilizando los famosos palitos chinos. Una buena adición a mi ínfima cultura gastronómica, muy basada en el A.C.P.M (arroz, carne, papa y maduro).
Sólo queda agradecer, una y mil veces, a la familia de mi amigo Nicolás por semejante invitación.
P.D. Claro que pasó por mi mente la escena de Karate Kid cuando el señor Miyagui atrapa una mosca usando los palitos chinos. ¿Será que uno alcanza tal nivel de habilidad? No creo. Con no echarse encima la comida basta y sobra.
jajajajaj excelente...
ResponderBorrarYo siempre he temido el uso de esos artefactos, es una duda que permanece aún hoy en mi ser.
Si algún día me invitan a comer en un restaurante chino ¿puedo escribirle por correo electrónico para que me envíe un video con las instrucciones de uso?
Por ahora ensayaré con palos de chuzo, a ver que sale.
Saludos desde Don Blog Pérez.
yo también tuve mi primera vez en ese restaurante hace no mucho, incluso. Pero a diferencia tuya, no me fué igual de bien por dos razones. una: no pude con esos hijuemadres palitos chinos, yo no se cuál es el truco, pero por mas que me explicaron,¡nada! al igual que tu, tenía el tenerdor por si las moscas y aparte unos palitos dizque para "principiantes" que tienen un cauchito atado.¿no los probaste de primerazo antes de? creo que con esos si se puede agarrar la mosca de una!
ResponderBorrary dos: como nunca había explorado tna magna gastronomía, me fui de pupy y pedí sushi. que cosa an horrible ola! nunca en mi vida había probado algo tan asqueroso.
Me alegro por ti, tuviste suerte, yo por mi parte, no volveré a WOK ni a recoger los pasos!!!
Saludos!
jajajaja, además nos dimos cuenta de los múltiples usos que pueden tener: jalar orejas, pellizcar, sacar mocos, de pincho, cuchillo (para recoger la comida)... esos palitos son la maravilla y además uno se siente comiendo arroz como si fuera Ranma 1/2.. me reí mucho, muy buen post Ivancho
ResponderBorraryo la verdad no he utilizado esas cosas sopo por miedo a que la comida salga cual proyectil hacia mi interlocutor.
ResponderBorraralgún día intentaré intentarlo
Qué delicia...
ResponderBorrarchévere que tuvieras éxito en tu primera vez
ResponderBorraryo no he tenido esa primera vez, aunque sospecho que no me irá mal, me reí mucho con el segundo paréntesis.
muy charro lo de subir 3 estratos, aunque cuando retorne a la dieta acpm los baja de nuevo, jaja
saludos pué
Hola Ivan Andrade, como ando aprovechandome leyendo tus escritos, mínimo te dejo un saludo. eres divertido, gracias. toda mi vida he conocido la comida china, pero JAMAS con palillos, me parece un suplicio tonto,que no, no me agrega caheé.jajaja. Felices primeras veces.¡¡
ResponderBorrarbueno yo ahora estoy probando con palillos de chuzo no se si sean igual que los otros pero algun dia que me inviten a un lugar y sorpresa no se comer que oso por fin estoy practicando pero con fideos
ResponderBorrarhb fjv
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