Ay, mi selección Colombia
De nuevo con las cuitas futboleras. No hay derecho a perder así. Hacemos un muy buen partido en Montevideo y terminamos perdiendo 3-1. Es más horrendo si se piensa en el pésimo partido jugado con Ecuador, que terminó con victoria para nosotros. Ilógico.
Una vez más nos vamos a quedar sin mundial. La victoria frente a Ecuador nos alcanzó a ilusionar con la clasificación, pero en menos de una semana volvimos al limbo, a esperar resultados, a creer que Dios ve fútbol y pedirle la clasificación: intervención divina en lugar de talento y ganas, factores al parecer ausentes en esta generación de futbolistas colombianos.
Ya muchos se habían resignado y no daban un peso por la selección. Yo, con mi afición irracional por el fútbol, sigo creyendo en ese equipo hasta que no haya la más mínima posibilidad matemática de clasificar. Así soy de bestia: sin importar la realidad objetiva, ahí estoy cada fecha de eliminatorias para ver si somos capaces de volver a un condenado mundial. Sin embargo, parece que esta no va a ser. Maldita sea.
Algo increíble tiene que suceder para poder pasar al mundial, empezando porque el mugre equipo haga lo que debe hacer: ganar. Si no ganamos, todos los demás pueden jugar para nosotros y nada vamos a lograr. Porque ese es el otro componente del milagro improbable de nuestra clasificación al mundial: necesitamos otros resultados. Siempre dependiendo de otros para todo. Así no se puede. Por lo menos, como Argentina, aunque parezca increíble, también esta sufriendo por su clasificación, no le van a regalar el partido a los uruguayos, como suelen hacerlo.
Es una verdadera desgracia esta situación. Aunque, viéndolo bien, es una expresión más de la extraña lógica ilógica con la que funciona este país. Con Ecuador jugamos mal, y ganamos; con Uruguay bien, y perdimos. En conclusión, en Colombia cuando se hacen las cosas bien se pierde y cuando se hacen mal se gana. Miren a la selección; miren el referendo.
Verdaderamente una lástima que un jugador como Yepes se vaya a quedar sin ir a un mundial. Pero es que por cada Yepes hay tres Luis Amarantos, entonces como difícil. De los días gloriosos de la selección de los noventas poco queda, por no decir nada. La falta de compromiso y entrega es muy notoria. Sin eso, jamás volveremos a un mundial de fútbol.
Tocará volver el béisbol el deporte nacional. Ya con gringos aquí es más fácil: traen las bases y todo.
Una vez más nos vamos a quedar sin mundial. La victoria frente a Ecuador nos alcanzó a ilusionar con la clasificación, pero en menos de una semana volvimos al limbo, a esperar resultados, a creer que Dios ve fútbol y pedirle la clasificación: intervención divina en lugar de talento y ganas, factores al parecer ausentes en esta generación de futbolistas colombianos.
Ya muchos se habían resignado y no daban un peso por la selección. Yo, con mi afición irracional por el fútbol, sigo creyendo en ese equipo hasta que no haya la más mínima posibilidad matemática de clasificar. Así soy de bestia: sin importar la realidad objetiva, ahí estoy cada fecha de eliminatorias para ver si somos capaces de volver a un condenado mundial. Sin embargo, parece que esta no va a ser. Maldita sea.
Algo increíble tiene que suceder para poder pasar al mundial, empezando porque el mugre equipo haga lo que debe hacer: ganar. Si no ganamos, todos los demás pueden jugar para nosotros y nada vamos a lograr. Porque ese es el otro componente del milagro improbable de nuestra clasificación al mundial: necesitamos otros resultados. Siempre dependiendo de otros para todo. Así no se puede. Por lo menos, como Argentina, aunque parezca increíble, también esta sufriendo por su clasificación, no le van a regalar el partido a los uruguayos, como suelen hacerlo.
Es una verdadera desgracia esta situación. Aunque, viéndolo bien, es una expresión más de la extraña lógica ilógica con la que funciona este país. Con Ecuador jugamos mal, y ganamos; con Uruguay bien, y perdimos. En conclusión, en Colombia cuando se hacen las cosas bien se pierde y cuando se hacen mal se gana. Miren a la selección; miren el referendo.
Verdaderamente una lástima que un jugador como Yepes se vaya a quedar sin ir a un mundial. Pero es que por cada Yepes hay tres Luis Amarantos, entonces como difícil. De los días gloriosos de la selección de los noventas poco queda, por no decir nada. La falta de compromiso y entrega es muy notoria. Sin eso, jamás volveremos a un mundial de fútbol.
Tocará volver el béisbol el deporte nacional. Ya con gringos aquí es más fácil: traen las bases y todo.
Yo a la seleccion le tengo tanta fe como la que le tenia a mis estudiantes "quedaditos" que juraban que iban a pasar la materia con la nota del trabajo en grupo.
ResponderBorrarDeje asi sumerce.
Yo, sinceramente, considero que esta pérdida por lo menos debe tomarse como una cuota de sinceridad por parte de la selección.
ResponderBorrarYo suponía que iban a ganar todos los partidos necesarios, excepto el último, el que consagraría el paso al mundial. Creí que en ese partido ibamos a perder 1 - 0, con un autogol de algún guevón en el minuto noventa.
Hasta en el futbol Colombia es así... que vaina.
Saludos.
yo la verdad soy apática al fútbol, pero eso no me imposibilta a opinar. Puede que no esté pendiente de las eliminatorias, y que le guarde pocoa fe a la selección, pero lo que si veo cada vez mas lejano es la clasificación al mundial y la posibilidad de encontrar buenos jugadores. Recuerdo el último mundial: Francia 98, ahí le guardaba gusto a este deporte, y después, como un mal adagio, se perdió mis gusto y la esperanza de asistir de nuevo al famoso evento...
ResponderBorrarApoyo lo del Beisbol, buenísimo el apunte!
Un saludo!