Musimercadeo
La música es un disfrute. Todos hemos disfrutado de canciones que evocan sentimientos y sensaciones, nos transportan, nos hacen 'mover el esqueleto'. Es el arte supremo (alguna vez Álvaro Mutis lo dijo en una entrevista). Sin embargo, cada vez es menos arte y más negocio.
Pero bueno, es síntoma de los tiempos. Así que, para aportar a este proceso, me permito hacer unas observaciones sobre lo visto en artistas hoy muy famosos. Sus métodos les han permitido vender millones de discos, a pesar de que muchos de ellos saben hacer de todo, menos cantar. O componer. Eso no importa: lo fundamental aquí es el mercadeo, producir 'artistas' rentables, así sean una sucesión infinita de la misma vaina (como los de Disney). Identificando los métodos, seguro vamos a poder tener miles más como ellos.
Juanes:
Eduardo Arias llamó al método 'juanística', la cual consiste en componer canciones con letras en extremo sencillas y obvias. Yo le agregaría dulzonas. A mí Juanes no me cae para nada mal (excepto por ser uribista). De hecho, no encuentro tan desagradable su actitud de paisa desabrochado y 'parcero'. Pero sí tengo todo contra su música: tiene una voz bastante limitada y sus letras son muy malas. Tomemos un ejemplo: la canción Me enamora dice en una parte: "que me hables con tu boca me enamora". ¡Con qué más te iba a hablar, zopenco! A menos que la canción estuviera dedicada a una ventrílocua, en ese caso retiro lo dicho. Y letras por el estilo, llenas de obviedades, estupideces y melaza en cantidades industriales. Eso de hacer álbumes para que lo perdone a uno la mujer sí es un problema.
Ricardo Arjona:
Tomando de nuevo a Eduardo Arias, la llamaremos 'arjonada'. Este caso es el otro extremo: las letras de Arjona son complicadísimas, en ocasiones indescifrables. Al principio me incliné a creer que yo era el estúpido por no entender, pero cuando vi a más gente en mi predicamento ya no me sentí tan mal. O todos somos estúpidos, vaya uno a saber. Arjona no me desagrada en lo absoluto y muchísimas de sus canciones me gustan, pero en serio que a veces se pasa de complejo.
Shakira:
He aquí un triunfo absoluto del mercadeo. A pesar de cantar ni un cumpleaños, esta señora ha vendido millones de discos. Encuentro la voz de Shakira desagradable, con ese falsete incómodo y detestable. Se le reconoce, eso sí, una habilidad: excelente bailarina. Cuando se la ve moviendo las caderas, puede imaginarse uno lo feliz que es Antonio de la Rúa, el novio. Y por la plata, claro, porque el hombre es un mantenido tremendo. Una gota del sudor del trabajo de ese tipo debe curar enfermedades. Sin embargo, como los milagros, o no existe o es muy escaso.
Y ese último álbum, por Dios... Nunca mejor puesto un título: Loba. Es una loba (mujer de mal gusto in extremis). El video es un asco, y la cantada, como siempre, aborrecible, en especial la parte que aúlla (!aúlla, maldita sea, la vieja aúlla!). Al escuchar esa canción y ver el video sentí como si un pitido desesperante y continuo me destruyera los tímpanos. Me confieso incapaz de repetir la experiencia, y desde ese día no lo he visto de nuevo. Cuando lo encuentro en la televisión paso el canal a toda velocidad, o a toda velocidad salgo corriendo del cuarto si no tengo el control remoto a la mano. Horrible.
Paulina Rubio:
La 'chica dorada' tiene una particularidad muy interesante: cree que entre más ropa se quita, mejor canta. Sin embargo, creo que ni desnuda sería capaz de cantar afinadamente. No le pega a una nota. Y el habladito de gomela, de 'niña fresa' como dicen en México, es un fastidio. No se explica uno cómo alguien así triunfa en el mundo de la música. Mejor dicho, sí se explica: al igual que la mayoría de sus colegas del sexo femenino que no saben cantar, es muy atractiva. Y todos sabemos que eso vende más que la buena música.
Alejandro Sanz:
Otro desafinado terrible que con base en su apariencia física y letras empalagantes ha llegado a la cima de la industria músical. De la industria, no del arte. Sus colaboraciones con Shakira son un ejemplo de lo bajo que puede caer la apreciación musical cuando de hacer dinero se trata.
Pipe Bueno:
No importa si tienes cara de estúpido o no sabes cantar en lo absoluto. Cuando papi es millonario, todo es posible.
Jhonny Rivera:
Aclaro: esto no se extiende a toda la música conocida como 'popular'. A mí me gusta Giovanny Ayala. En cambio, el señor Rivera me parece un pésimo cantante. Canta con la nariz. De hecho, es de las voces más nasales que he escuchado en la vida. Y eso va en contra de todo lo que una buena voz implica.
Mauricio y Palodeagua:
¿Qué se puede decir? La actitud patética del rolo recontrarolo, que se quema con facilidad en un día soleado, diciendo que es el más costeño de los costeños, es una estupidez que da risa. El cachete rojo te delata, no inventes amiguito. Este es otro con voz limitada. Tiene letras 'románticas' que parecen compuestas por una porrista. Y dedicadas a una porrista, como Esa muchachita. Muy mal.
Esto se extiende a todos sus compañeros de ese ritmo nefasto que han dado en llamar 'tropipop'. Todos son los hijos bastardos de Carlos Vives (este sí un cantante decente... Cuando se queda en el vallenato revivido, porque ese álbum El rock de mi pueblo fue un total y completo desastre). Niños gomelos apegados a una fórmula exitosa para la radio y para llenar el parque Simón Bolívar de adolescentes ebrios y desubicados. Letras dulzonas y simples, de dramas amorosos insípidos y telenovelescos. Imaginación cero es un calificativo apropiado para este género. En él, del jingle de margarina La fina para arriba es música de alta calidad.
Apenas unos ejemplos de la influencia beneficiosa del mercadeo a ultranza (porque la música necesita ser mercadeada, eso es obvio; pero ojalá se viera más la calidad que lo comercial) en el arte musical. Dios quiera que estas fórmulas permitan a muchos más como ellos inundar las tiendas de discos e invadir por completo la radio, la televisión y la internet. Larga vida a la industria musical moderna y al Factor X. ¿Para que Beethoven si tenemos a José Gaviria? ¿Para qué Aretha Franklin si tenemos a Demi Lovato y sus siete mil gemelas made in Disney? ¿Para qué Ray Charles si tenemos a Fonseca? ¿Quién necesita a Frank Sinatra o Nat King Cole cuando tenemos a Justin Timberlake; a Led Zeppelin cuando tenemos a Maroon 5?
Como vamos, vamos bien, dijo el borracho.
Pero bueno, es síntoma de los tiempos. Así que, para aportar a este proceso, me permito hacer unas observaciones sobre lo visto en artistas hoy muy famosos. Sus métodos les han permitido vender millones de discos, a pesar de que muchos de ellos saben hacer de todo, menos cantar. O componer. Eso no importa: lo fundamental aquí es el mercadeo, producir 'artistas' rentables, así sean una sucesión infinita de la misma vaina (como los de Disney). Identificando los métodos, seguro vamos a poder tener miles más como ellos.
Juanes:
Eduardo Arias llamó al método 'juanística', la cual consiste en componer canciones con letras en extremo sencillas y obvias. Yo le agregaría dulzonas. A mí Juanes no me cae para nada mal (excepto por ser uribista). De hecho, no encuentro tan desagradable su actitud de paisa desabrochado y 'parcero'. Pero sí tengo todo contra su música: tiene una voz bastante limitada y sus letras son muy malas. Tomemos un ejemplo: la canción Me enamora dice en una parte: "que me hables con tu boca me enamora". ¡Con qué más te iba a hablar, zopenco! A menos que la canción estuviera dedicada a una ventrílocua, en ese caso retiro lo dicho. Y letras por el estilo, llenas de obviedades, estupideces y melaza en cantidades industriales. Eso de hacer álbumes para que lo perdone a uno la mujer sí es un problema.
Ricardo Arjona:
Tomando de nuevo a Eduardo Arias, la llamaremos 'arjonada'. Este caso es el otro extremo: las letras de Arjona son complicadísimas, en ocasiones indescifrables. Al principio me incliné a creer que yo era el estúpido por no entender, pero cuando vi a más gente en mi predicamento ya no me sentí tan mal. O todos somos estúpidos, vaya uno a saber. Arjona no me desagrada en lo absoluto y muchísimas de sus canciones me gustan, pero en serio que a veces se pasa de complejo.
Shakira:
He aquí un triunfo absoluto del mercadeo. A pesar de cantar ni un cumpleaños, esta señora ha vendido millones de discos. Encuentro la voz de Shakira desagradable, con ese falsete incómodo y detestable. Se le reconoce, eso sí, una habilidad: excelente bailarina. Cuando se la ve moviendo las caderas, puede imaginarse uno lo feliz que es Antonio de la Rúa, el novio. Y por la plata, claro, porque el hombre es un mantenido tremendo. Una gota del sudor del trabajo de ese tipo debe curar enfermedades. Sin embargo, como los milagros, o no existe o es muy escaso.
Y ese último álbum, por Dios... Nunca mejor puesto un título: Loba. Es una loba (mujer de mal gusto in extremis). El video es un asco, y la cantada, como siempre, aborrecible, en especial la parte que aúlla (!aúlla, maldita sea, la vieja aúlla!). Al escuchar esa canción y ver el video sentí como si un pitido desesperante y continuo me destruyera los tímpanos. Me confieso incapaz de repetir la experiencia, y desde ese día no lo he visto de nuevo. Cuando lo encuentro en la televisión paso el canal a toda velocidad, o a toda velocidad salgo corriendo del cuarto si no tengo el control remoto a la mano. Horrible.
Paulina Rubio:
La 'chica dorada' tiene una particularidad muy interesante: cree que entre más ropa se quita, mejor canta. Sin embargo, creo que ni desnuda sería capaz de cantar afinadamente. No le pega a una nota. Y el habladito de gomela, de 'niña fresa' como dicen en México, es un fastidio. No se explica uno cómo alguien así triunfa en el mundo de la música. Mejor dicho, sí se explica: al igual que la mayoría de sus colegas del sexo femenino que no saben cantar, es muy atractiva. Y todos sabemos que eso vende más que la buena música.
Alejandro Sanz:
Otro desafinado terrible que con base en su apariencia física y letras empalagantes ha llegado a la cima de la industria músical. De la industria, no del arte. Sus colaboraciones con Shakira son un ejemplo de lo bajo que puede caer la apreciación musical cuando de hacer dinero se trata.
Pipe Bueno:
No importa si tienes cara de estúpido o no sabes cantar en lo absoluto. Cuando papi es millonario, todo es posible.
Jhonny Rivera:
Aclaro: esto no se extiende a toda la música conocida como 'popular'. A mí me gusta Giovanny Ayala. En cambio, el señor Rivera me parece un pésimo cantante. Canta con la nariz. De hecho, es de las voces más nasales que he escuchado en la vida. Y eso va en contra de todo lo que una buena voz implica.
Mauricio y Palodeagua:
¿Qué se puede decir? La actitud patética del rolo recontrarolo, que se quema con facilidad en un día soleado, diciendo que es el más costeño de los costeños, es una estupidez que da risa. El cachete rojo te delata, no inventes amiguito. Este es otro con voz limitada. Tiene letras 'románticas' que parecen compuestas por una porrista. Y dedicadas a una porrista, como Esa muchachita. Muy mal.
Esto se extiende a todos sus compañeros de ese ritmo nefasto que han dado en llamar 'tropipop'. Todos son los hijos bastardos de Carlos Vives (este sí un cantante decente... Cuando se queda en el vallenato revivido, porque ese álbum El rock de mi pueblo fue un total y completo desastre). Niños gomelos apegados a una fórmula exitosa para la radio y para llenar el parque Simón Bolívar de adolescentes ebrios y desubicados. Letras dulzonas y simples, de dramas amorosos insípidos y telenovelescos. Imaginación cero es un calificativo apropiado para este género. En él, del jingle de margarina La fina para arriba es música de alta calidad.
Apenas unos ejemplos de la influencia beneficiosa del mercadeo a ultranza (porque la música necesita ser mercadeada, eso es obvio; pero ojalá se viera más la calidad que lo comercial) en el arte musical. Dios quiera que estas fórmulas permitan a muchos más como ellos inundar las tiendas de discos e invadir por completo la radio, la televisión y la internet. Larga vida a la industria musical moderna y al Factor X. ¿Para que Beethoven si tenemos a José Gaviria? ¿Para qué Aretha Franklin si tenemos a Demi Lovato y sus siete mil gemelas made in Disney? ¿Para qué Ray Charles si tenemos a Fonseca? ¿Quién necesita a Frank Sinatra o Nat King Cole cuando tenemos a Justin Timberlake; a Led Zeppelin cuando tenemos a Maroon 5?
Como vamos, vamos bien, dijo el borracho.
Muy buen análisis compañero, lastimosamente debo decirle y mas bien recordarle que así funciona el mundo en que vivimos pues no solo con la música ha pasado eso, el mercadeo es el monstruo que corrompe las mejores artes, deportes, moda, y hasta las enfermedades y los caos son victimas del poder que genera el hecho que una idea genere rentabilidad de manera masiva a como de lugar.
ResponderBorrarSin embargo muchos olvidamos esto y nos dejamos llevar por la moda lo "in" lo que nos ponen enfrente para consumir cuanta basura se les ocurre.
Me encanta leer sus post no soy fanático de los blogs pero el suyo si me gusta y creo que lo he leído casi todo.
FELICITACIONES
De dejarse llevar, nada; allá aquel de de musica ni sabe ni gusta, y oye esas aberraciones orales.
ResponderBorrarMegustaron sus críticas, Ivan, solo la úlitma parte, en que sugiere un cantante ante otro, como no conozco los comparativos, a ninguno, me quedo con los que menciona primero. ¿Gustos viejos? jejeje
gracias.
Yo diría que estoy en completo acuerodo con lo que dices, sobre todo de doña Shakira...pero por mi parte, la verdad no hay mucha diferencia entre Giovanny Ayala y Jhonny Rivera, es mas creo que los confundo, yo de este tipo de música no se absolutamente nada y creo que casi todas las letras habaln de lo mismo y ellos se visten igualito, naaah!.
ResponderBorrarYo, siendo mujer soy de las que odio a Alejandro Sanz, lo extraño es que casi todo al que le digo mi repudio, me dice que es excelente cantante(y esto incluye hombres)pensaba era de las únicas que no soportaban la voz chillona-desesperante del hombre.
Buen post. Un saludito!
¿Y dónde me dejan a Galy Galiano, al Charrito Negro, Charlie Zaa y todos sus secuaces?.
ResponderBorrarabsolutamente de acuerdo, me reí bastante con la entrada (especialmente con lo de mauricio y palodeagua, creí ser la única que había notado su falsedad "costeña", en cuanto a Edgar Ricardo (Arjona), creo que falto más crítica, te recomiendo leer la entrada de angelita perversita sobre edgar ricardo: http://angelitaperversita.blogspot.com/2008/12/por-qu-es-tan-malo-ricardo-arjona-lo.html
ResponderBorrarlástima que la música de calidad cada vez es menos.
abrazos y éxitos!