Huevitos electorales (o de cómo las metáforas ridículas me patean los huevos)

Faltando pocos días para la primera vuelta de las elecciones presidenciales colombianas, han quedado demostradas dos cosas: en primer lugar, que sí había con quién y Uribe no es ireemplazable; y segundo, que el Presidente sigue sin entender que hay leyes para cumplir y él no se las puede saltar.

Vamos por partes, como diría Jack el Destripador. Durante mucho tiempo la excusa perfecta fue decir "si no es Uribe, ¿quién?". Evidentemente, mientras fuera Presidente-candidato era pelea de tigre con burro amarrado y parecería que nadie le daba la talla. Pero en esta contienda electoral, sin él como candidato, se ha demostrado que hay muchos líderes en capacidad de ocupar la presidencia colombiana. Y la gente lo ha notado: la emoción por promover a sus candidatos ha sido grande y se han generado espacios de debate impensados en la patria uribista. Por supuesto, otros han entendido que hacer campaña es llenar de basura la campaña del otro. De todas formas, se siente un aire revitalizado en la democracia, que tendrá que luchar con ahínco para desterrar vicios de estos ocho años y de siempre (entre ellos el mesianismo).

Por otro lado, el Presidente continúa con las intervenciones ilegales en política, diciendo soterradamente a quién prefiere y atacando a otros candidatos. Eso de por sí ya es problemático y, como dije, ilegal. Pero lo más molesto es la forma en que lo ha venido haciendo: primero con lo del "caballito discapacitado", afirmación infame y discrminatoria, y ahora con la ridícula metáfora finquera de la gallinita y los huevitos. ¿Qué le pasa a este señor? ¿Cuál es su obsesión con los diminutivos? ¿No es eso muestra de alguna deficiencia sicológica? ¿Qué carajos es enguarar? Qué discurso tan molesto. Para mi tengo que nos cree tarados y por eso nos habla como le hablaría una maestra a su curso de párvulos.

En fin, ya nada me extraña de ese señor: ha demostrado una y otra vez el enano moral que es y su creencia de estar por encima de las leyes que dice defender. Afortunadamente ya va a terminar su período, aunque lo tendremos dando lora bastante rato. Si usted creía que López Michelsen opinaba de todo, espere a que Uribe sea expresidente.

Y seguiremos escuchando de él porque ha hecho esfuerzos ingentes por hacer parte de la gente ilustre de la patria. Él y su familia: hay que ver las acusaciones contra su hermano. Quedarán inscritos entre esas grandes familias de la aristocracia colombiana: los Santos, los Rodríguez Orejuela, los Ochoa Vasco, los Castaño. Los Uribe Vélez.

Pero claro, todas esas acusaciones son producto de una conspiración contra el buen nombre del Presidente, su prístina reputación y su accionar desinteresado por la patria: ni que sus hijos se hubieran hecho millonarios y él hubiese aumentado su poder y riqueza de terrateniente.


***

El domingo a votar: ya sea en blanco o por el candidato de su elección, pero hay que votar. Eso sí, preferiblemente que su elección no sea Santos.


Comentarios

  1. No hay mas que decir, es lo que hay... AMEN!!

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  2. creo que Mafe se adelantó en mi comentario, jeje

    Amén!

    dicen que la justicia es ciega, coja, manca, boba, sorda, lenta... pero llega, y ojalá le llegue a Uribe bien pronto.

    saludos y éxitos!

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