Suéltela que no da leche
"Suéltela que eso no da leche", decía uno al compañero de equipo que no soltaba el balón en un partido de fútbol, apreciando más de la cuenta su habilidad futbolística. Invariablemente, la acción terminaba en la pérdida del balón por parte del pelmazo.
Bueno, pues un fenómeno similar sucede con la televisión colombiana: buscan sacarle el jugo a una idea hasta no poder más. El último y vergonzoso ejemplo es el del Corresponsal de los comerciales mundialistas de Davivienda. Debido al éxito que tuvo este personaje entre la audiencia, los genios de Caracol tuvieron la ocurrencia de ponerlo a presentar NP&, el programa humorístico de los domingos, reemplazando a la carísmatica marioneta que presentaba antes, Severo Copete. Los resultados son desastrosos; del gracioso personaje lleno de vicisitudes en Sudáfrica quedó un guiñapo cuya única gracia es el nombre: Larry Quintero (Larry King, a la colombiana). Todo derivó en una serie de movimientos y rimas sin sentido que no arrancan ni una ligera mueca de sonrisa. Se tiraron el personaje, maldita sea. No es lo mismo un libretista de Caracol que un publicista de Leo Burnett, y un personaje hecho para cortos y contundentes 'spots' no es para un programa de televisión.
Así ha sido con series de televisión y telenovelas: si son bien recibidas por el público, se alargan hasta los límites de lo ridículo. Recuerdo el caso de Betty la Fea, extendida y extendida: famoso que venía a Colombia, famoso que salía en la telenovela; que si la volvían bonita o no; que si quedaba con el jefe o no, se amaban y se odiaban. A Betty sólo le faltó ser secretaria de Tirofijo en el Caguán.
Parece que tuvieran miedo de no poder volver a crear algo exitoso y por eso alargan lo que medio da resultado. Bueno, parecen ser conscientes de sus incapacidades creativas, porque ya sea extendiendo la serie o haciendo una nueva que básicamente es lo mismo que la vieja (todas las telenovelas tipo 'culebrón', por ejemplo), se dedican a remachar sobre los mismo modelos. Y ahí está la televisión que tenemos.
Pronostico el pronto regreso de Severo Copete. Y al señor que personifica a Larry Quintero le tocará quedarse con su banda. Qué hacemos si la marioneta tiene más gracia.
P.D. A Dios gracias por el internet, el cable y el satélite. O a quienes se inventaron todo eso, más bien.
Bueno, pues un fenómeno similar sucede con la televisión colombiana: buscan sacarle el jugo a una idea hasta no poder más. El último y vergonzoso ejemplo es el del Corresponsal de los comerciales mundialistas de Davivienda. Debido al éxito que tuvo este personaje entre la audiencia, los genios de Caracol tuvieron la ocurrencia de ponerlo a presentar NP&, el programa humorístico de los domingos, reemplazando a la carísmatica marioneta que presentaba antes, Severo Copete. Los resultados son desastrosos; del gracioso personaje lleno de vicisitudes en Sudáfrica quedó un guiñapo cuya única gracia es el nombre: Larry Quintero (Larry King, a la colombiana). Todo derivó en una serie de movimientos y rimas sin sentido que no arrancan ni una ligera mueca de sonrisa. Se tiraron el personaje, maldita sea. No es lo mismo un libretista de Caracol que un publicista de Leo Burnett, y un personaje hecho para cortos y contundentes 'spots' no es para un programa de televisión.
Así ha sido con series de televisión y telenovelas: si son bien recibidas por el público, se alargan hasta los límites de lo ridículo. Recuerdo el caso de Betty la Fea, extendida y extendida: famoso que venía a Colombia, famoso que salía en la telenovela; que si la volvían bonita o no; que si quedaba con el jefe o no, se amaban y se odiaban. A Betty sólo le faltó ser secretaria de Tirofijo en el Caguán.
Parece que tuvieran miedo de no poder volver a crear algo exitoso y por eso alargan lo que medio da resultado. Bueno, parecen ser conscientes de sus incapacidades creativas, porque ya sea extendiendo la serie o haciendo una nueva que básicamente es lo mismo que la vieja (todas las telenovelas tipo 'culebrón', por ejemplo), se dedican a remachar sobre los mismo modelos. Y ahí está la televisión que tenemos.
Pronostico el pronto regreso de Severo Copete. Y al señor que personifica a Larry Quintero le tocará quedarse con su banda. Qué hacemos si la marioneta tiene más gracia.
P.D. A Dios gracias por el internet, el cable y el satélite. O a quienes se inventaron todo eso, más bien.
Hola!
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