Correr
No hay nada nuevo en decir que la vida no es una carrera de cien metros planos sino una maratón. No se trata de un tramo corto para recorrerlo a toda velocidad, sino de una carrera larga de resistencia y dosificación de las fuerzas. Hay que tener arrestos para llegar al final.
Unos la corren demasiado rápido, otros muy despacio. Todos quieren llegar en primer lugar. ¿Será que ese sí es el objetivo? ¿No será, más bien, que cada uno debe respetar los tiempos que su propia vida le pone? Sin embargo, el uno siempre quiere correr como ve correr al otro, al de al lado, al vecino que enfrenta su carrera como puede. Pero no todos somos corredores de velocidad. Algunos somos maratonistas. O ya estamos sin aire antes de salir a correr.
No todos queremos llegar primero. Al fin y al cabo, como dijo el arriero, lo importante es saber llegar.
Unos la corren demasiado rápido, otros muy despacio. Todos quieren llegar en primer lugar. ¿Será que ese sí es el objetivo? ¿No será, más bien, que cada uno debe respetar los tiempos que su propia vida le pone? Sin embargo, el uno siempre quiere correr como ve correr al otro, al de al lado, al vecino que enfrenta su carrera como puede. Pero no todos somos corredores de velocidad. Algunos somos maratonistas. O ya estamos sin aire antes de salir a correr.
No todos queremos llegar primero. Al fin y al cabo, como dijo el arriero, lo importante es saber llegar.
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