Saldaña
Saldaña venía con la expedición de Belalcázar. Al cruzar un río encontró la muerte. Igual que Federico Barbarroja, pero sin un imperio en el bolsillo. Al contrario: era nadie, un soldado aventurero entre cientos, y su nombre sólo podría perdurar por el poder de lo fortuito.
Saldaña se ahogó en el río que hoy se llama igual a él.
A veces no es la vida la que nombra. A veces la que nombra es la muerte.
Saldaña se ahogó en el río que hoy se llama igual a él.
A veces no es la vida la que nombra. A veces la que nombra es la muerte.
No tenía ni idea de esto.
ResponderBorrarPero yo pienso que no es tan raro eso de que la muerte cuente más que la vida para la posteridad. Mucha gente se ha hecho inmortal simplemente por tener ¿la suerte? de morir en el lugar y momento precisos.
Tampoco tenia idea de esto excelente la leyenda gracias por compartirla.
ResponderBorrarMuy interesante este tipo de cultura general valioso el articulo.
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