Eso es todo lo que valen

Ayer vi Los restos del día, película protagonizada por Emma Thompson y Anthony Hopkins y basada en la estupenda novela de Kazuo Ishiguro. En una parte el voluble lord Darlington, cediendo a los cantos de sirena del nazismo (y muy probablemente a sus prejuicios de clase), manda a Stevens, su mayordomo, que despida a dos muchachas alemanas que hace poco habían llegado a trabajar a la casa porque son judías. Stevens, fiel a su deber, lo hace aunque siente, intuye, que es una acción perversa. Cuando le notifica la decisión a la señorita Kenton, esta expresa su descontento y dice que si despiden a las muchachas, ella también se irá.

Tiempo después se da este diálogo entre los dos.

-¿No se iba usted debido a lo sucedido con las chicas alemanas?

-No me voy a ir. No tengo a dónde ir. No tengo familia. Soy una cobarde. Sí, soy una cobarde. Me asusta irme, esa es la verdad. Todo lo que veo en el mundo es soledad y eso me asusta. Eso es todo lo que valen mis altos principios. Me avergüenzo de mí misma.

¿Para qué sirve la ficción? A lo mejor para nada. Personalmente, creo que es una forma de conocimiento, sobre todo al encontrar una obra que le habla al oído a la situación que uno puede estar viviendo.