Shokunin

El término lo encontré leyendo sobre un documental que no he podido ver: Jiro, Dreams of Sushi, dedicado a Jiro Ono, considerado el mejor cocinero de sushi del planeta. Suele traducirse como 'artesano' o 'maestro'. Pero shokunin encierra un significado más profundo: es la palabra para describir a quienes han dedicado, como en el bolero, alma, corazón y vida a perfeccionar su arte, que han puesto toda la disciplina, la voluntad y la paciencia necesarias para desentrañar los secretos de su práctica. No es el dinero o la fama lo que les impulsa. Es la honda certeza de que ese es el camino a la perfección.

Eso me recuerda una escena de El último samurái en la que el capitán Nathan Algren, apresado por los guerreros que debía combatir, se maravilla en su diario ante la dedicación de sus enemigos, la devoción por perfeccionar cualquier cosa que hagan desde el momento mismo en que despiertan.

La mayoría de nosotros jamás llegará a ser shokunin. Pero valdría la pena intentarlo. Buscar la flor de cerezo perfecta; ese arte, ese oficio capaz de encaminar los esfuerzos de una vida. Desterrar la odiosa 'multitarea', que solo nos hunde en el desasosiego y nos condena a la irrelevancia, a la inutilidad. Concentrarse. Dedicar la existencia a encontrar algo cercano a la perfección y la belleza. A las vainas bien hechas.