Gregarios
No existe el self-made man . Nadie, nunca, ningún hombre ni mujer se ha hecho absolutamente solo a sí mismo. Todos hemos recibido ayuda, de una forma o de otra, grande o pequeña, en algún momento de nuestras vidas. Todos hemos tenido gregarios. En el ciclismo, los gregarios son esos corredores que hacen todos los esfuerzos y los sacrificios por su líder de equipo. Lo cubren, lo protegen, lo ayudan, lo lanzan. Sin gregarios nadie podría ganar un Tour de Francia, un Giro de Italia o una Vuelta a España. Y esos campeones no habrían llegado a serlo si mucho antes de esas carreteras y esas montañas donde se forja la gloria y se escribe la épica, donde se escapa a la pobreza y el olvido, no hubieran recibido la ayuda de alguien, de familiares, amigos, modestos patrocinadores inesperados, entrenadores, personas con grandes corazones dispuestas a ayudar a unos niños que a menudo han visto el peor lado de la existencia, pero sueñan con algo más. Así, aunque el credo de nuestros tiempos nos diga